Jerez está situado entre Sevilla y Cádiz, a media hora en carretera del Océano Atlántico.
Aquí se encuentra en el corazón del triángulo de los vinos de Jerez:
Las infinitas bodegas y palacios del siglo XVIII determinan el paisaje de la ciudad.
Durante la primavera, la Feria del Caballo es el evento más importante del año. El fino de Jerez y el rebujito nunca se acaba en las numerosas casetas.
El caballo cartujano, orgullo de los españoles, es símbolo de clase y elegancia.
Los caballos y los jinetes de la Real Escuela Andaluza de Arte Ecuestre son reconocidos a nivel mundial.
La Yeguada de la Cartuja se encuentra nada más salir de la ciudad, junto al Monasterio de la Cartuja, en la carretera hacia Medina. Cada sábado se ofrecen espectáculos inolvidables.
En el centro histórico de la ciudad, no debe dejar de visitar alguna de las famosas bodegas, como por ejemplo Domecq, González Byass o Sandeman.
Los gitanos del Barrio de San Miguel aún conservan cariñosamente sus tradiciones. En las pequeñas peñas flamencas a menudo hay espectáculos muy auténticos de cantaores locales poco conocidos.
Detrás de la Plaza del Arenal se encuentran la Alcazaba, los baños árabes y los palacios de la época colonial. Una visita obligada.
El mercado cubierto junto a la principal calle comercial, la Calle Larga, es especialmente pintoresco, exceptuando los lunes, el único día en que no se trae pescado fresco de la costa cercana.
La estación de trenes y el aeropuerto internacional que se encuentra a la salida de la ciudad garantizan conexiones fluidas.
La autovía le deja en Sevilla en sólo 45 min.